Debemos recordar que en el aparato estomatognático, los que mandan son los dientes. Tanto las articulaciones como las inserciones neuromusculares, así como el periodonto, deberán adaptarse al engranaje entre los mismos, dictando estos la posición mandibular en la que se produce el fin funcional para el que fue diseñado el conjunto del aparato, esto es, la masticación. Por tanto, la articulación y la musculatura deben adaptarse a la oclusión.
La prevalencia de los trastornos temporomandibulares es elevada en la población general, estimándose entre un 40 a un 50%, aunque solamente entre un 5 y un 10% presenta una gravedad de la situación tal que le haga visitar al profesional.
El bruxismo es el apretamiento o rechinamiento de los dientes de forma inconsciente sin fin masticatorio. Tiene una clara relación con las alteraciones de la oclusión y con el estrés.
Información de placa-férula de relajación
La placa-férula de relajación es un aparato protético removible, que se puede colocar en la arcada dentaria superior o inferior y que está diseñada para modificar de forma temporal la oclusión. Sería el primer paso para poder modificar la oclusión del paciente de forma reversible.
Para la confección de la misma, se realizan unas impresiones de ambas arcadas del paciente y se obtienen unos modelos que se montan en el articulador reproduciendo la oclusión ideal del paciente. Se realiza en resina acrílica y se revisa semanas después para poder ver la respuesta de la articulación y neuromuscular.
Los objetivos de la misma se centran en la obtención de la oclusión ideal para poder obtener un posición fisiológica de las articulaciones temporomandibulares (ATM), así como conseguir el equilibrio neuromuscular del aparato masticatorio.
• En aquellos casos en los que aparezca sintomatología dentaria tales como desgastes anormales en la cara oclusal o cervical del diente
• En los pacientes con una enfermedad periodontal activa que presenten una maloclusión
• En aquellas personas que se detectan apretando durante el día o que se levantan con la sensación de “cara cansada-contracturada”
• En pacientes que presenten una limitación de la apertura bucal o limitación de movimientos
• En pacientes que presenten sintomatología de la articulación temporomandibular tales como chasquidos o crepitaciones.